FACHADA
La composición general de la fachada responde al criterio de conjugar superficie totalmente acristalada, con una carpintería muy sólida, realizada en acero “Cortén”, reforzada con una serie de líneas horizontales que subrayan la organización interior y el carácter ininterrumpido de los pisos, sin estructura vertical alguna.
El acero Cortén es un material que se oxida en su cara exterior para auto proteger su interior, otorgando un cromatismo y una textura muy singulares a la fachada, que evoluciona con el paso del tiempo y la aleja de la frialdad de los materiales inalterables. Sáenz de Oiza fue pionero en su utilización en arquitectura.
Al llegar a la planta baja, la fachada está liberada de estructura y cuelga sin tener el suelo de apoyo, como flotando, lo cual subraya el carácter de piel independiente de la estructura en voladizo del sistema de forjados.